Siempre somos tradicionalistas, en la vida, en las costumbres, en la comida. El pollo y la carne siempre se hacen presentes en las cenas importantes, nunca buscamos ir un poco más allá, innovar, crecer, apostar a algo nuevo. Pero el destino nos da una nueva chance: probar con el cerdo, que con sus diferentes facetas quiere ganarse un lugar en nuestra mesa…Para eso, nada mejor que lucirnos con el Ragout de cerdo, que será del encanto de todos los comensales, que agradecerán de pie el manjar servido. Y nosotros, cocineros, deberemos tener más en cuenta a este gran aliado de la cocina. Manos a la obra.
INGREDIENTES:
2 kilos de cerdo bien cortado en trozos
1 rama de hierbas aromáticas (laurel y comino)
1 nuez de mantequilla
1 kilo de zanahoria
1 lata pequeña de guisantes
2 vasos de vino tinto
Aceite de Oliva
Sal
Pimienta
Harina
½ kilo de cebollas
PREPARACION:
Coger los trozos de cerdo y limpiarlos bien. Una vez terminado, agregarles sal y pimienta. Pasar por la harina y rehogarlos en aceite. Se reservan en la cazuela. En la misma sartén, rehogar la cebolla y con las hierbas. Una vez dorado, añadir una cucharada de harina y rehogar. Cuando estén pochadas, se añade todo a la cazuela donde dejamos el cerdo, agregando un vaso de agua y otro de vino. Todo esto debe cubrir todo el cerdo. Dejar cocinar por una hora. Una vez cumplido el tiempo, añadir las zanahorias, previamente picadas en ruedas, más 3 cucharadas soperas de tomate frito. Dejar media hora más al fuego. Una vez que le falten diez minutos, agregarle los guisantes. Listo, así de fácil. Servir con abundante vino blanco espumante. Un manjar de los dioses.
