PARA LA MASA:
Harina leudante: 500 gramos
Manteca fría cortada en cubos: 100 gramos
Sal: 1 cucharadita tamaño té
Huevos: 3
Agua helada: cantidad necesaria
Huevo (para pincelar): 1
PARA EL RELLENO:
Espinaca congelada: 500 gramos
Aceite: 1/2 pocillo
Ajo picado: 4 dientes
Cebollas picadas: 2
Sal, pimienta y nuez moscada: a gusto
Queso fresco: 400 gramos
PREPARACIÓN:
RELLENO:
Descongelar la espinaca y escurrirla. Colocar en una sartén y llevar a fuego medio. Cocinar hasta eliminar el excedente de líguido. Retirar y reservar en un bol. En la misma sartén, verter el aceite y perfumar con ajo. Añadir la cebolla y rehogar hasta que esté transparente. Retirar y ubicar en el bol con la espinaca. Condimentar con nuez moscada y salpimentar. Dejar enfriar.
MASA:
Ubicar la harina, la manteca y la sal en la procesadora y procesar hasta formar un arenado. Agregar los huevos y el agua, de a poco, hasta formar una masa tierna gue se desprenda del bol. Retirar y pasar a un bol. Llevar a la heladera por 20 minutos cubierta con papel film.
ARMADO:
Retirar la masa de la heladera y, con ella, forrar dos moldes de 20 centímetros de diámetro. Recortar el excedente de masa. Distribuir el relleno sobre las masas. Cortar el queso en tajadas finas y esparcir sobre los rellenos. Unir los recortes de masa, cortar tiras y formar un enrejado sobre las superficies. Pincelar con huevo y llevar a horno hasta que hayan formado piso, estén cocidas y doradas. Retirar, dejar entibiar y desmoldar.