INGREDIENTES:
FERMENTO:
25 gramos de levadura fresca
200 centímetros cúbicos de leche
1 cucharada de azúcar
250 gramos de harina
MASA:
70 gramos de azúcar
4 huevos
1 cucharadita de sal
250 gramos de harina
170 gramos de manteca
CREMA PASTELERA:
500 centímetros cúbicos de leche
2 huevos
150 gramos de azúcar
65 gramos de almidón de maíz
Cantidad necesaria de esencia de vainilla
VARIOS:
1 lata de damascos en almíbar
Pulpa industrial o mermelada reducida para decorar
PREPARACIÓN:
Disolver la levadura en la leche tibia. Agregar el azúcar y la harina. Formar una preparación blanda y dejar fermentar. Incorporar el azúcar y los huevos. Mezclar bien estos ingredientes y agregar la harina con la sal y, por último, la manteca blanda. Amasar sobre una mesada de mármol, golpeando la masa repetidas veces con la mano abierta. Formar un bollo, colocar dentro de un bol y dejar leudar en un lugar fresco. Crema pastelera. Hervir la leche. Colocar en un recipiente los huevos y el azúcar, batir e incorporar el almidón y la leche, mezclando con un batidor de alambre. Llevar a fuego suave hasta que la crema se ponga espesa. Perfumar con la esencia de vainilla, cubrir con papel film adherente y dejar enfriar. Armado. Estirar la masa sobre la mesa apenas enharinada y disponer en un molde para tarta de 26 cm de diámetro, enmantecado. Pinchar la superficie de la masa y cubrir con la crema pastelera. Distribuir los damascos y cocinar a 180° C durante 35 minutos. Dejar enfriar y decorar con pulpa industrial o mermelada reducida.