En el siguiente artículo queremos seguir haciendo hincapié en la importancia que tiene la correcta manipulación de los alimentos para conseguir que lleguen a la mesa aportando todos sus beneficios. En este caso queremos centrarnos en el proceso de cocinado de los productos .
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La limpieza de las verduras y hortalizas es fundamental; ha de realizarse de manera concienzuda para evitar encontrarnos con trozos de tierra que puedan echar a perder el resultado final de nuestro platos. Es recomendable que se haga con agua fría y si es posible con unas gotas de lejía aptas para este uso.
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No mantengas las verduras sumergidas en agua durante demasiado tiempo, ya que de esta manera pueden perder parte de sus propiedades.
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Cuando tengas la vedura a remojo añádele unas gotas de zumo de limón o de vinagre. De esta forma evitarás que se oxiden y que pierdan parte de sus vitaminas.
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Es preferible consumir las hortalizas sin pelar, siempre que que esto sea posible, ya que es en la piel donde se encuentran un buen número de vitaminas y otros compuestos beneficiosos. Recuerda de nuevo que en estos casos debes extremar las medidas de higiene y lavar los productos con sumo cuidado.
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Cuando tengas que cortar o picar las verduras y hortalizas procura hacerlo poco antes de su consumo para evitar que se oscurezcan los alimentos. Es aconsejable que las rocíes con unas gotas de zumo de limón.
Esperamos que tanto estas recomendaciones como las de nuestro anterior capítulo te sean de utilidad, y que todos tus platos presenten un aspeto apetitoso y te aporten todo su bienestar. No dejes de seguirnos, en el próximo capítulo te presentaremos una nueva receta para que la pongas en práctica.