Como ya sabeis el marisco tiene mala fama por su elevado precio y su alto contenido en colesterol, sodio y purinas que elevan el ácido úrico, pero se puede disfrutar de este tesoro marítimo de vez en cuando, no hay que renunciar a todo sólo porque sí.
Las conchas como los mejillones, almejas, berberechos, etc, son más económicos que una langosta o un bogavante, pero tienen las ventajas del marisco. Son alimentos muy bajos en calorias, pobres en grasas, ricos en proteínas animales y nos aportan hierro, fósforo y zinc: mimerales muy importantes para todos los deportistas.
Por un lado, el hierro nos ayuda a prevenir la anemia ferropénica por esfuerzo, el fósforo es necesario para el correcto funcionamiento del celebro y en zinc es un mineral imprescindible para que funcione el sistema inmune y evita las bajadas de defensas que pueden aparecer en caso de mucho cansancio.